La excursión de hoy ha sido puramente energética, es increíble notar como el cansacio físico elegido puede llegar a recargar las gastadas y estresadas pilas que se van descargando durante el resto del año. En esta ocasión, cerca de cinco horas de senderismo de altura, senda poco definida, pedregosa y con fuerte desnivel nos han dejado exhaustos pero con una tranquilidad absoluta. Cierto que el ambiente del lugar era propicio para sentirse así.
La tranquilidad, la soledad como en otras sendas, el escucharnos a nosotros mismos, caminar sin pensar en poner un pie delante de otro, de forma automática, parar a respirar y escuchar nuestros latidos intensos, con una queja escondida por el esfuerzo y finalmente llegar, cuando ya no puedes más, detrás de la última curva el refugio y la vista de los Alpes, sobrecogedora, que se pierde en el horizonte.
Poco tiempo paramos en el refugio, el justo para recuperar fuerzas y que Miriam se permita el lujo de jugar con la nieve en pleno mes de Agosto
La vuelta cansada, con ansia por llegar al fin pero con el agotamiento alegre de quien ve cumplido el objetivo marcado.
Hola guapetones !
ResponderEliminarVeo que aprovecháis a tope...La verdad es que egoistamente menos mal que no teníais conexión, si no los dientes largos me hubieran hecho morderme el labio .! Solamente a los que nos gusta la montaña y hemos podido hacer esas excursiones y marchas largas, podemos apreciar de verdad a lo que te refieres...
Por cierto esta vez tenéis un clima muy bueno, un cielo mas azul que el de Catalunya en estos momentos donde las tormentas de verano se han adelantado lo suyo. Aprovechara tope que lo bueno se acaba pronto
Besos viajeros de nuestra pequeña envidia sana
Cierto guapo, y habiendo compartido momentos de ese tipo en rutas preciosas sé que sabéis de lo que hablo. A ver si conseguimos cuadrar agendas y hacer alguna de nuevo.
ResponderEliminarY solete donde esta?? jum!
ResponderEliminarHaciendo fotos jajajajaj!!
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