La ruta de los tres puertos

El día no permite subir al Jungfraujoch y nos decidimos por iniciar la ruta de los tres puertos. Ésta consiste en recorrer el Furkapass que es el segundo puerto alpino en cuanto a altitud (2431 m). Un recorrido de contrastes, que pasa por paisajes desolados, curtidos por el frío y el viento, lugares que se presentan insólitos, de otro mundo, o de otro escenario, deshabitados.

Para los urbanitas que buscamos sensaciones tan diferentes de las que nos aporta la ciudad es un placer sorprenderse aún con estos escenarios extraños, duros, áridos en algunos momentos y suaves, acogedores, cálidos en otros.

Nos apetece, durante el recorrido, proporcionar a Miriam una sensación nueva que nosotros experimentamos en nuestra anterior visita a Suiza aunque en un lugar diferente;

entrar dentro de un glaciar, pasear por un camino excavado en su interior, sentirse en ese momento único, diferente, especial, grande.

Estamos ante el glaciar del Rodano de 20,9 km de superficie.


Recordad de qué modo la naturaleza nos empequeñece o nos engrandece a su capricho.

Esta sensación se repite cada vez que nos hallamos ante la presencia de un glaciar, con sus hielos azules, el hecho de pensar en la antigüedad de éstos, de cómo perdura y llega hasta nosotros te hace sentir grande por la suerte de presenciarlo y pequeño por contraste con este fenómeno.

Y finalmente, y como anécdota del día os dejo las pruebas gráficas de la similitud padre-hija que se empeñaron en subir por una roca lisa casi imposible para deleite y desternillamiento de los presentes que alcanzaron a presenciarlo, sólo faltó el aplauso final aunque no unas cuantas carcajadas.


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